Documental recuerda masacre de Bojayá
- Valeria Angulo y María Ángela Cortés
- 9 nov 2015
- 2 Min. de lectura
En la mañana del domingo de 2 de mayo, los pobladores del municipio de Bojayá, serían testigos de una masacre que dejaría destruidas no solo infraestructuras, sino que también destruiría familias. Varios testigos mencionan que eran aproximadamente las 10:30 de la mañana cuando las FARC lanzaron un cilindro bomba contra los paramilitares y este impactó en la Capilla de Bella vista.
Luego de la tragedia, cada 1 y 2 de mayo la comunidad se reencuentra, cantan alabaos y caminan por los lugares que quedaron convertidos en escombros después del ataque. Recuerdan a los damnificados que quedaron de la masacre, realizando también varios esfuerzos para reconstruir la memoria en medio del conflicto y para que haya una reparación integral a las víctimas.
Por eso la invitación es para que vean éste documental “No hubo tiempo para la tristeza” realizado por el Centro Nacional de Memoria Histórica. Vean a estos hombres y mujeres que desde La Chorrera, Bojayá, San Carlos, dieron su testimonio con el único objetivo de que estos escenarios violentos no se vuelvan a repetir.
Valeria Angulo
El movimiento Nacional Cimarrón comparte este documental al público para recordar lo que no se debe olvidar. Como decía Malcom x "La historia es la memoria de un pueblo, y sin memoria, el hombre se degrada a los animales inferiores", lema que nosotros los CIMARRONES seguimos. No queremos que estos actos de barabrie vuelvan a vivirse ni tengan que noticiarse.
Busquemos una Colombia que nos llene de esperanza hacia un futuro prometedor. La generación de mujeres y hombres que nacieron en los primeros años de los 80, su juventud fue marcada a finales de los años 90 e inicios del 2000 por una violencia macabra que no terminaba. Ahora que muchos son padres y madres o que piensan en tener hijos orgullosamente colombianos, ¿cómo explicarles a ellos lo que sucedió en esos años de violencia? Por qué no cambiamos el chip de la sociedad de nuestro país y optamos por cambiar el destino de los niños y niñas, para que vivan en un país sin violencia? discriminación? racismo? Busquemos un mejor país para ellos, que en el que nos tocó vivir.
Por una guerra interminable TODAS las personas y todos los rincones del país se vieron afectados. Personas de todas las razas y costumbres se vieron fuertemente amenazadas. No podemos seguir permitiendo eso, la guerra NO es cultura. La cultura de verdad, como la música, la danza, la educación es lo que salva vidas y da espranza.
María Ángela Cortés Forero
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